Adriana Delpiano, ex directora ejecutiva de la fundación Educación 2020 encabeza el Ministerio de Educación


Claves para entender el enroque en Educación La llegada de la nueva titular de la cartera fue, en un principio, valorada por el presidente del Colegio de Profesores Jaime Gajardo quién declaró que el gremio “tiene una buena impresión” sobre de lo que puede llegar a hacer Adriana Delpiano, añadiendo que de ella se espera “ayuda para encontrar los caminos y puntos comunes” que permitan salir del escollo que mantiene en paro a los profesores desde el 1 de junio.
Esta buena impresión por parte del magisterio de docentes no duró más de algunas horas ya que en su primera declaración pública la ministra afirmó que el proyecto de ley seguía en pie y condicionaba el dialogo al término del paro. Provocando la inmediata reacción del profesorado.
Pero ¿Cuál es el perfil de la llamada a reemplazar a uno de los hombres fuertes de Bachelet en una de las carteras más sensibles y conectadas con el llamado “mundo social”?

Mujer de Estado
Adriana Delpiano no es ajena a las esferas del poder político en Chile, tiene experiencia como secretaria de estado tanto en la administración de Eduardo Frei Ruiz-Tagle como de Ricardo Lagos, en las carteras de Bienes Nacionales y el Sernam respectivamente. Militante PPD y Asistente Social egresada de la Pontificia Universidad Católica, fue Intendenta Metropolitana durante el año 2007 bajo la primera administración de Bachelet.

Hasta su nombramiento como Ministra de Educación, Delpiano ejercía como Directora Ejecutiva de la influyente fundación Educación 2020, por lo que presumiblemente se espera de ella una gestión desde la dimensión técnica, lo que irónicamente ha sido una de las banderas de protesta de los profesores, quiénes en varias ocasiones han lamentado la distancia y tecnocracia con que afirman el gobierno aborda los problemas educacionales, sin la participación de los actores, en éste caso estudiantes y profesores.

Reubicado con pinzas
Nicolás Eyzaguirre aterriza en la Secretaría General de la Presidencia, sin duda una de las carteras más políticas y sensibles, dada la profunda crisis de confianza que atraviesa el país después del destape de la financiación de la política. Después de la apresurada salida del titular anterior, Jorge Insunza, a raíz de sus cuestionamientos por asesorías realizadas a distintas empresas del sector minero, las cuales estarían bajo sospecha de ser ideológicamente falsas, el puesto de Ministro de SEGPRES permaneció vacante durante veinte días, lo cual denota el cuidado con que se tomó la decisión luego de varios ajustes forzados al gabinete.